Margarita Torres Santana, conocida en su campo como Margó, se fue a vivir a Alemania con la maleta llena de sueños y el bolsillo vacío. Una gran oportunidad. Un mundo nuevo para ella y su familia. Medicinas para curar el cáncer de su madre. Esperanza.
Nuestra querida protagonista dejó tras de sí, el verdor y el sol de su tierra. Su gente. Su historia. Su raíz.
Cambió todo por un mejor futuro. ¡Quién sabe si en dos años puedes llevar a tus hijos!, le decían sus vecinas. ¡Quién sabe si en un año te puedes llevar a tu mamá para que la curen allá!, le insistían.
Y Margó creyó. Confiaba en la Virgen de la Altagracia en que ese viaje tan largo sería para mejor. En que vería crecer a sus hijos. En que su madre se salvaría.
Nuestra querida protagonista dejó tras de sí, el verdor y el sol de su tierra. Su gente. Su historia. Su raíz.
Cambió todo por un mejor futuro. ¡Quién sabe si en dos años puedes llevar a tus hijos!, le decían sus vecinas. ¡Quién sabe si en un año te puedes llevar a tu mamá para que la curen allá!, le insistían.
Y Margó creyó. Confiaba en la Virgen de la Altagracia en que ese viaje tan largo sería para mejor. En que vería crecer a sus hijos. En que su madre se salvaría.